
Es una especialidad que se dedica al establecimiento de diagnóstico, pronóstico y vigilancia del tratamiento de problemas de salud apoyando tanto a la Medicina General como a la generalidad de las especialidades médicas, mediante el estudio de los cambios estructurales, bioquímicos y funcionales que provocan la enfermedad.
Utiliza herramientas moleculares, microbiológicas, inmunológicas y morfológicas para tratar de explicar la etiología y las manifestaciones clínicas que presentan los pacientes, y al mismo tiempo propone bases racionales para su tratamiento y profilaxis. Aplica el método científico y las tecnologías del laboratorio clínico con calidad y calidez para coadyuvar con el médico en la toma de decisiones.